Seminario 2009

Fundamentación

“Juegos de amor y violencia”

Desde la perspectiva del amor y la violencia, retomaremos la problemática de los lazos en nuestra época, sus condiciones de posibilidad así como sus rupturas, sus fracasos. Con el empuje (Drang) de la pulsión, Freud introduce la dimensión de la violencia como inherente a lo humano, presente ya desde la sexualidad infantil y en el lazo amoroso.

En “Pulsiones y sus destinos”, Freud nos enseña que si bien el odio aparece como la contracara del amor, ambos tienen orígenes distintos, siendo el odio primario. Éste proviene del rechazo primordial de lo ajeno y lo hostil. Eric Laurent, en “La vergüenza y el odio de sí”, nos recuerda que si para Freud el dato primero es el mundo exterior, para Lacan lo es el Otro, quien nos remite a esa parte que rechazamos en nosotros mismos.

A pesar de este planteo, Freud sostuvo al padre y postuló la primera identificación a un padre todo amor. Las manifestaciones de violencia testimonian del odio de sí y de la ferocidad del superyó y dan cuenta de que hay un más allá: esta primera identificación puede pensarse a partir de la parte rechazada, de la parte no reconocida del goce. Para inscribirse en el lenguaje el niño juega con las palabras, haciendo un uso activo del traumatismo de la lengua que implicará una “forma de vida” y le permitirá la entrada en el discurso, es decir al lazo.

Teniendo en cuenta que todo lazo amoroso es discursivo y diferenciando agresividad, segregación y violencia, tomaremos los “juegos” contemporáneos para poner a prueba la hipótesis de que más que lo que se segrega, será lo que se forcluye en la dimensión agresiva lo que retorna como violencia.

Aunque Lacan extrajo la noción de “odio¬amoramiento” de Freud, éste último se limitó a pensar el amor en su vertiente narcisista. Lacan pudo ir más allá y le dio otro estatuto. En el Seminario “Los no incautos y/erran” o “Los nombres del padre”, lo definió como “un decir en tanto que acontecimiento” y como “un juego sobre el que no se conocen las reglas”, dándole la propiedad de enlazar el saber a lo real. De este amor se sostiene la experiencia analítica incluyendo en su límite la imposibilidad de la relación sexual así como la posibilidad de pensar la noción de partenaire-síntoma.

¿Es válida aún hoy la propuesta de Lacan de que “sólo el amor permite al goce condescender al deseo”? ¿Puede el amor constituir un freno a la pulsión como creía Freud ó, como proponía Lacan, servir como suplencia a la proporción que no hay? Interrogaremos también el estatuto actual de lo lúdico. No perdiendo de vista la persistencia del lazo amoroso, intentaremos situar cuáles son los nudos y semblantes del amor contemporáneos.

En este siglo, la violencia lejos de reducirse se ha transformado, extendiéndose y globalizándose. De los fenómenos sociales de violencia, peligro, catástrofe, miedo, etc., filósofos y sociólogos contemporáneos (Z. 0Bauman, U. Beck, etcétera,) elaboran múltiples conceptualizaciones.

La época de “la fiesta interminable” no es sin su reverso, al decir de Mónica Torres. Las soledades y depresiones generalizadas tienen su contraparte en la multiplicación y diversificación de las adicciones, en las “segregaciones renovadas”, en la exhibición del goce, en la idolatría de la imagen contra la autoridad del Ideal, y en toda clase de mostraciones –muchas veces presentadas a modo de “juegos”– públicas.

Trabajaremos estas modalidades de amor y violencia, tomando los aportes del pensamiento contemporáneo y del arte en sus diversas expresiones –literatura, teatro, cine, artes visuales, etcétera.

 

Bibliografía de Orientación:

– Esposito, R., Comunitas, Inmunitas, Biopolítica.

 

– Freud, S., “De guerra y muerte”
“¿Por qué la guerra?”
Más allá del principio del placer
El malestar en la cultura, OC, Amorrotu editores, Bs. As., 1985.

 

– Foucault, M., Introducción a la biopolítica.

 

– Lacan, J., “El seminario sobre La carta robada’”;
“El estadío del espejo como formador de la función del yo tal como se nos revela en la experiencia analítica”;
“La agresividad en psicoanálisis”;
“Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología”, Escritos 1, Sigloveintiuno, Bs. As., 1988.
El seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Bs. As., 1991, caps. XV, XX.
El seminario, Libro 17, El reverso del psicoanálisis, Paidós, Bs. As., 1992, caps. II, III, IV, V, XII, XIII,
El seminario, Libro 20, Aún, Paidos, Bs. As.,
Seminario 21, “Los no incautos yerran”, inédito (primeras 4, 5, 6 clases en las que presenta el amor como juego cuyas reglas no se conocen, como malentendido entre dos medio-decires, como real del dos)

 

– Laurent, E., “La vergüenza y el odio de sí”.
“Hijos del trauma”, La urgencia generalizada, Grama.
“El teatro de la crueldad”, Élucidation, Atuel-Anáfora.

 

– Miller, J.-A., El banquete de los analistas, Paidós, Bs. As., caps. V y XVII.
El Otro que no existe y sus comités de ética, Paidós.
El partenaire-síntoma, Paidós, Bs. As., 2008.

 

– Milner, J.-C., La política de las cosas
Lo triple de placer, Del cifrado.
“Después de la masacre”, Élucidation, op. cit.

 

– Najles, A. R., El niño globalizado. Segregación y violencia.

 

– Negri, M. I., “La violencia en el mundo de la alegoría”, Enlaces Nº 10, Grama.

 

– Torres, M., “Todos contra la pared en la civilización del trauma”, Enlaces Nº 11.
“RSI del lazo social”, Enlaces Nº 4.
“Mi corazón no conoce de lógica”, Enlaces Nº 12.

 

Responsables: Mónica Torres, Pablo Russo y Blanca Sánchez. Comisión de Enseñanza: Leticia Acevedo, Alejandra Antuña, Ana Ruth Najles, Marcelo Olmedo, Pablo Russo y Blanca Sánchez

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